Conflictos Territoriales

 

 

Introducción

Los conflictos territoriales son disputas entre Estados, comunidades o actores no estatales por el control, la soberanía o el uso de un espacio geográfico determinado. En América, Europa, Africa, Oceanía y Asia: estos conflictos han tenido raíces históricas, coloniales, étnicas, geopolíticas y económicas. Aunque algunos han derivado en guerras, otros se mantienen como tensiones diplomáticas o sociales de larga duración.

 

¿Qué son los conflictos territoriales?

  • Se definen como disputas por la delimitación, posesión, soberanía o uso del territorio.

  • Pueden ser internos (intraestatales) o externos (entre Estados).

  • En América y Europa se relacionan con factores como:

    • Intereses estratégicos y recursos naturales

    • Fronteras mal definidas o heredadas de procesos coloniales

    • Tensiones étnicas, lingüísticas o culturales

    • Nacionalismos y separatismos





Las disputas territoriales en America

 Principales conflictos territoriales en América

Conflicto

Países involucrados

Naturaleza del conflicto

Estado actual

Esequibo

Venezuela – Guyana

Soberanía territorial

En disputa activa

Triángulo Norte (Belice, Guatemala, Honduras)

Guatemala – Belice

Frontera heredada de la colonia

En mediación internacional

Islas Malvinas

Argentina – Reino Unido

Control territorial insular

Reino Unido tiene control de facto

Amazonía (frontera Brasil – Perú – Colombia)

Varios

Uso y conservación de recursos

Coordinación y tensiones

Mapuches en Chile y Argentina

Estado – Pueblos originarios

Restitución de tierras ancestrales

Conflicto social persistente








Según la CEPAL (2023), al menos 12 conflictos territoriales activos existen actualmente en América Latina.



https://statistics.cepal.org/yearbook/2023/index.html?lang=es


Conozcamos un poco sobre algunas disputas territoriales que pueden ejemplicar la magnitud de las situaciones que la poblacion a vivido por años. 


Cuba

Cuba, oficialmente República de Cuba, es uno de los trece países que conforman el mapa de las islas del mar Caribe. Con algo más de once millones de habitantes, es el segundo más poblado de la región por detrás de Haití y, con 109.884 kilómetros cuadrados, el más extenso. Su territorio se divide en quince provincias, a las que hay que sumar el Municipio Especial Isla de la Juventud. Estas provincias, a su vez, se componen de 168 municipios. La capital, La Habana, la ciudad cubana más poblada con 2,1 millones de habitantes, está situada en la provincia homónima.




Historia 

Cuba fue colonizada por España tras la llegada de Cristóbal Colón en 1492 y permaneció bajo dominio español hasta 1898. Durante la colonia, su economía se basó en la minería, el tabaco y el azúcar, y enfrentó ataques externos e intentos de independencia desde el siglo XIX. Tras la intervención de EE. UU. en la guerra hispano-cubana, logró su independencia en 1902. Luego de una etapa democrática, un golpe de Estado instauró la dictadura de Batista, derrocada en 1959 por la Revolución liderada por Fidel Castro, dando paso al régimen comunista vigente.

La historia de Cuba muestra una lucha constante por la soberanía frente al colonialismo y las influencias extranjeras. Su proceso independentista y revolucionario expresa tanto la búsqueda de justicia social como los desafíos de mantener la autonomía en un entorno geopolítico adverso.

Nota: Acabamos de evidenciar que existieron procesos claves que determinaron estas dispuestas, revisemos cuales. pero, antes analicemos...

Antecedentes coloniales 

Este territorio y su famosa prisión no son una excepción en América Latina y el Caribe, dónde existen numerosas diputas territoriales que, al igual que en otras partes del mundo, guardan una estrecha relación con el legado colonial de las potencias occidentales en la región. Si bien la mayoría de conflictos por el territorio se concentran en el Caribe, hay reclamaciones y desavenencias a lo largo de todo el continente. 

España



Reino Unido 

Reino Unido es asimismo protagonista de los últimos resortes de colonización que se mantienen activos en el continente. Además de los numerosos territorios de ultramar que mantienen en el mar Caribe, el país europeo sostiene una disputa histórica con Argentina por las islas Malvinas y las islas Sándwich y Georgias del Sur. Aunque Argentina las reclama en su constitución y la ONU las incluye en la lista de los 17 territorios no autónomos pendientes de descolonizar, las islas siguen bajo control efectivo del Reino Unido desde el conflicto armado que mantuvieron ambos países en 1982






Además, en la zona de las Guayanas existen otros dos territorios disputados: la región de Tigri, entre Guyana y Surinam, y un pequeño territorio perteneciente a la Guayana francesa, que Surinam reclama como propio.



¿Cuáles son las colonias que todavía quedan en el mundo?






Las disputas territoriales en Europa


Europa es el continente con menos disputas territoriales, si bien las que existen se concentran en el espacio postsoviético y en los Balcanes





Europa es el continente con menor número de disputas territoriales activas, gracias en gran parte a los procesos de integración regional, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la intervención de organismos internacionales como la Corte Internacional de Justicia. Muchas reclamaciones históricas han sido resueltas mediante negociaciones bilaterales y acuerdos diplomáticos, lo que ha contribuido a una relativa estabilidad. Sin embargo, las principales tensiones se concentran en el espacio postsoviético y en la península balcánica, donde persisten conflictos por razones étnicas, geopolíticas y de soberanía.

Entre los casos más recientes destaca la anexión del enclave armenio de Alto Karabaj por parte de Azerbaiyán, tras años de enfrentamientos y una retirada forzada de Armenia. A su vez, Rusia ha recurrido a la ocupación militar para avanzar sus intereses territoriales, primero con la anexión de Crimea en 2014 y luego con la invasión de Ucrania en 2022, donde también declaró la incorporación de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, acción condenada por la ONU. Aunque estos hechos muestran que la ocupación ilegal sigue siendo una estrategia utilizada, la mayoría del continente mantiene una situación de paz y resolución pacífica de disputas.




El final de la URSS dejó un mosaico de minorías rusas repartidas entre las antiguas repúblicas socialistas, que pronto se convirtieron en nuevos países con complejas realidades étnicas. Transnistria, al igual que el Donbás ucraniano, es uno de los territorios de mayoría rusófona que ha contado con el apoyo continuado de Moscú. Con la guerra en Ucrania, Moldavia temía que el conflicto se extendiera al enclave, dónde hay más de 1.500 soldados rusos desplegados. En febrero de 2024, las autoridades de Transnistria solicitaron ayuda y protección a Rusia, aunque no han pedido la anexión a Moscú.

La realidad de Kosovo, reconocido por casi todos los países europeos y aliado de Estados Unidos, es mejor que la de los otros Estados no reconocidos. Si bien mantiene importantes tensiones con Serbia, que lo considera parte de su territorio, presentó oficialmente su solicitud de adhesión a la UE en diciembre de 2022.





España 

España mantiene también disputas territoriales con Marruecos sobre sus territorios del norte de África: Ceuta, Melilla y otras plazas de soberanía menores, cómo el Peñón de Vélez. En función del estado de las relaciones entre los dos países fronterizos, la intensidad de estas disputas aumenta o disminuye. Además, España mantiene una disputa secundaria con Portugal respecto a Olivenza, aunque esta tiene un perfil bajo en las relaciones bilaterales entre los dos países europeos.






Además, hay varias islas repartidas por el continente que están sujetas a reclamaciones territoriales, como Chipre, cuya parte norte funciona de facto como un Estado independiente bajo la protección de Turquía. Otras islas, como la isla K (disputada por Ucrania y Rumania), Imea (entre Grecia y Turquía) y Rockall (reclamada por Reino Unido, Islandia, Irlanda y Dinamarca), también generan tensiones.
___________________________________________________________________________________

conflictos territoriales en África 

_________________________________________________________________________________

origen

Herencia colonial 

Muchas de las fronteras africanas actuales son herencia directa del colonialismo europeo. Al independizarse, los estados africanos adoptaron las fronteras coloniales administrativas como sus fronteras internacionales, siguiendo el principio de uti possidetis juris (“como posees, que poseas”).
Este principio fue defendido por muchos gobiernos poscoloniales para evitar un “caos fronterizo” al redibujar límites, pero tiene consecuencias profundas: las fronteras, en muchos casos, no tienen en cuenta la distribución étnica tradicional, los recursos naturales o las redes sociales indígenas. 


Investigaciones recientes proponen que muchos conflictos fronterizos no se explican únicamente por la “frontera colonial mal trazada”, sino por la competencia por recursos estratégicos: no se trata solo de legado colonial, sino de “materialidad territorial” (minerales, acceso al agua, tierra). En muchos casos, los recursos naturales juegan un papel central. Por ejemplo, el principio colonial y la demarcación heredada determinan quién controla zonas con minerales, petróleo o pesca, lo que alimenta tensiones actuales. 


_________________________________________________________________________________

Disputas terrestres tradicionales

Fronteras interestatales: muchos estados africanos mantienen disputas sobre tierra debido a fronteras coloniales imprecisas. Un ejemplo histórico: la Guerra de la Franja de Agacher entre Malí y Burkina Faso estuvo motivada por una delimitación colonial confusa y posibles depósitos minerales.

Secesión y autonomía étnica: algunas regiones reclaman mayor autonomía o incluso independencia, lo que genera presión sobre el orden territorial heredado.


______________________________________________________________________________

Distritos marítimos y fronteras lacustres

Disputa marítima Bakassi (Camerún-Nigeria): una región muy rica en recursos (petróleo, pesca) fue objeto de litigio. El uso del principio uti possidetis por parte de tribunales internacionales favoreció a Camerún, pero las consecuencias humanas y sociales persisten. 



Lago Malawi / Nyasa: hay una disputa entre Malawi y Tanzania sobre la delimitación lacustre. Malawi invoca los tratados coloniales (herencia británica) y el uti possidetis para reclamar la parte del lago.

_______________________________________________________________________________

Conflictos por recursos naturales

Regiones fronterizas pueden convertirse en focos de “carrera por recursos”: áreas con minerales estratégicos (como el cobalto) o petróleo son especialmente tensas. Un estudio reciente sugiere que regiones con depósitos de cobalto en África han visto intervenciones gubernamentales más fuertes para asegurar el control, lo que cambia la dinámica de conflicto local. 

Otro análisis con imágenes satelitales muestra que la apertura de minas minerales tiende a duplicar áreas urbanas cercanas en ciertas regiones, pero al mismo tiempo incrementar riesgos de conflicto si no hay buena gobernanza. En esos contextos, el “recursos maldición” (resource curse) se entrelaza con disputas territoriales: no solo se trata de quién tiene la tierra, sino de quién controla el acceso a esos recursos.


________________________________________________________________________

Conflictos transfronterizos y conservación

En la frontera entre Zimbabue y Mozambique, la migración y la minería se combinan con zonas de conservación. Un estudio en el GeoJournal señala que las estrategias de conservación transfronteriza (“Trans-Frontier Conservation Area”) pueden reproducir exclusión social, al etiquetar ciertos grupos como “extranjero”, cuando sus vínculos tribales o familiares cruzan las fronteras coloniales. Estos conflictos no solo son geopolíticos, sino también sociales: involucran identidad, territorio tradicional y recursos naturales, lo que complica su gestión.
_________________________________________________________________________________

Violencia, guerrillas y grupos no estatales

En el Sahel y el Sahara, organizaciones violentas operan tras las fronteras coloniales. El análisis de Walther, Leuprecht y Skillicorn muestra que algunos grupos no respetan las fronteras estatales, y sus movimientos cruzan estados en función de intereses ideológicos o económicos. Estas dinámicas plantean un problema adicional: la seguridad fronteriza no es solo una cuestión de estado a estado, sino también de actores no estatales con redes transnacionales.

___________________________________________________________________________________

 Causas profundas y mecanismos de persistencia

  • Materialismo territorial: como señala Okoli & Ngwu, los conflictos fronterizos no son solo identitarios sino materialistas: el control del territorio es valioso por su valor económico (minerales, pesca, agua).

  • Recursos estratégicos: la explotación de minerales como cobalto o petróleo en zonas fronterizas puede intensificar la competencia territorial. Estudios recientes encuentran que el comercio de minerales está directamente correlacionado con conflictos. 

  • Desplazamientos y pertenencia social: las poblaciones locales, especialmente en zonas fronterizas, a menudo no se identifican con el estado-nación moderno; sus lealtades son locales, tribales o transnacionales. Esto complica la aceptación de fronteras trazadas por colonizadores.

  • Institucionalidad débil: muchos estados no han invertido adecuadamente en demarcación, en mecanismos de cooperación transfronteriza o en instituciones para compartir recursos. Sin estas instituciones, los conflictos tienden a persistir o reactivarse.

  • Estructura legal internacional: aunque la CIJ y otros tribunales pueden resolver disputas, el principio de uti possidetis, aunque útil para estabilizar fronteras, puede reproducir injusticias históricas y crear situaciones de “victoria legal” que no siempre resuelven las tensiones locales.






______________________________________________________________________________

Consecuencias y riesgos actuales

  • Inseguridad y violencia: en regiones fronterizas, la disputa puede alimentar grupos armados, identidades insurgentes o milicias, especialmente cuando los estados tienen presencia limitada.

  • Desplazamientos humanos: los conflictos fronterizos pueden generar refugiados internos o migrantes que cruzan fronteras para escapar del conflicto o por falta de servicios.

  • Pérdida económica: sin acuerdos, las zonas disputadas pueden sufrir subinversión. Además, la explotación de recursos puede ser difícil si no hay seguridad jurídica.

  • Erosión de la cooperación regional: los desacuerdos sobre fronteras o recursos dificultan la integración regional, algo fundamental para el desarrollo sostenible en África.

  • Desafíos para la sostenibilidad: la falta de gobernanza compartida de recursos naturales (agua, minerales) pone en riesgo el uso equilibrado y puede generar degradación ambiental.

__________________________________________________________________________________



Videos




___________________________________________________________________________________

algunos conflictos

_________________________________________________________________________________

Conflicto

Causas principales

Participantes

Consecuencias / Impactos

Guerra de las Arenas (Sand War)

Reclamo territorial sobre las provincias de Béchar y Tindouf; fronteras coloniales ambiguas.

Argelia vs Marruecos.

Estancamiento militar; establecimiento de zona desmilitarizada; no hubo cambios territoriales importantes formales.

Crisis de Heglig

Disputa por región petrolera rica entre Sudán y Sudán del Sur.

Sudán vs Sudán del Sur.

Muertes, desplazamientos, tensión política; después un acuerdo sobre frontera y recursos.

Conflicto de Bakassi

Delimitación fronteriza; descubrimiento de petróleo y recursos marinos.

Nigeria vs Camerún.

Acuerdo del Greentree (2006) para transferencia; tensiones por población local, derechos marítimos y recursos.

Conflicto de Abyei

Región con ambigüedad legal, recursos y tensiones étnicas.

Twic Dinka (Sudán del Sur), Ngok Dinka, y fuerza de paz de la ONU (UNISFA).

Violencia étnica, desplazamientos masivos (~50.000 refugiados), fragilidad institucional y seguridad.

Incidente de Fashoda

Rivalidad colonial europeo por el control del valle del Nilo; expansión imperialista.

Francia y Reino Unido / Egipto.

Retiro francés, victoria diplomática británica; marca importante en la consolidación de fronteras coloniales.

Conflicto del Orange / Okavango

Disputa por recursos hídricos de ríos fronterizos.

Sudáfrica, Namibia (y otros países del sur de África).

Riesgo de competencia por agua, necesidad de cooperación transfronteriza; impacto en desarrollo local.

Mauritania–Senegal Border War

Derechos de pastoreo, acceso al agua del río Senegal, tensiones étnicas.

Mauritania vs Senegal (población local de ambos lados).

Cientos de muertos, ~250.000 desplazados, ruptura diplomática temporal, problemas de refugia.


JUEGO


                                                   https://www.geoguessr.com/es/vgp/3247




https://es.educaplay.com/recursos-educativos/20151450-conflictos_territoriales_en_america.html

Oceanía

Oceanía, a pesar de su imagen de islas pacíficas y estabilidad política, enfrenta conflictos significativos tanto internos como externos. Muchos de ellos se relacionan con tensiones étnicas, disputas territoriales, intereses geopolíticos y amenazas ambientales.

Conflictos internos

a) Tensiones étnicas y culturales

Varios países de Oceanía poseen una enorme diversidad cultural. En algunos casos, esta pluralidad genera conflictos:

  • Papúa Nueva Guinea presenta tensiones entre cientos de grupos tribales que compiten por tierras, recursos y poder local.

  • Fiyi ha vivido choques entre la población indígena melanesia y la comunidad indo-fiyiana, lo que provocó golpes de Estado y crisis políticas.

  • Islas Salomón ha sufrido enfrentamientos entre grupos de distintas islas por el control político y económico.

b) Movimientos independentistas y autonomía

Algunos territorios buscan mayor independencia debido a diferencias culturales, históricas o administrativas:

  • Nueva Caledonia mantiene un fuerte movimiento independentista que reclama autonomía total frente a Francia.

  • Papúa Occidental (administrado por Indonesia) denuncia falta de derechos y violaciones a los derechos humanos, exigiendo autodeterminación.

c) Problemas socioeconómicos estructurales

Muchos países insulares pequeños enfrentan:

  • Pobreza

  • Escasez de empleo

  • Infraestructuras limitadas

  • Dependencia de ayudas externas

Esto genera tensiones internas, migración constante hacia Australia, Nueva Zelanda o EE. UU. y conflictos por el acceso a recursos básicos como agua y alimentos.

Ejemplos notables: Kiribati, Tuvalu, Tonga.

Conflictos externos 

a) Rivalidad geopolítica en el Pacífico

El Pacífico es escenario de competencia entre grandes potencias:

  • China busca influencia mediante inversiones, préstamos y tratados.

  • Estados Unidos fortalece alianzas militares (como AUKUS).

  • Australia y Nueva Zelanda quieren evitar el avance chino.

  • Francia protege sus territorios y presencia militar en el Pacífico.

b) Disputas territoriales y marítimas

Varias naciones del Pacífico mantienen conflictos por:

  • Zonas pesqueras

  • Límites marítimos

  • Acceso a recursos minerales submarinos

Estas disputas causan tensiones y reclamos en organismos internacionales.

Ejemplos: Conflictos entre Fiyi, Tonga y Kiribati por áreas marítimas.

c) Impactos del cambio climático

El cambio climático no es solo un problema ambiental: es un conflicto social, económico y político.

  • Países como Tuvalu, Kiribati y Islas Marshall están en riesgo real de desaparecer por el aumento del nivel del mar.

  • La salinización del suelo y del agua potable genera crisis alimentarias.

  • Algunas poblaciones ya están migrando, lo que crea conflictos por territorio y recursos en otros países.



d) Pruebas nucleares y sus efectos

Durante décadas, potencias extranjeras realizaron pruebas nucleares:

  • EE. UU. en las Islas Marshall

  • Francia en Mururoa y Fangataufa (Polinesia Francesa)

Esto dejó:

  • Contaminación radiactiva

  • Enfermedades en poblaciones locales

  • Reclamos humanitarios y conflictos diplomáticos

  • Demandas por compensación y reparaciones




Principales problemáticas internas en Oceanía

Problema internoPaíses más afectadosCausas principalesConsecuencias
Tensiones étnicasPapúa Nueva Guinea, Fiyi, Islas SalomónDiversidad cultural, desigualdad económica, disputa por tierrasViolencia local, inestabilidad política, migración
Movimientos independentistasNueva Caledonia, Papúa OccidentalIdentidad cultural propia, administración externa, recursosProtestas, presión internacional, tensiones diplomáticas
Problemas socioeconómicosKiribati, Tonga, TuvaluPobreza, desempleo, falta de recursosMigración masiva, dependencia internacional, conflictos sociales

Principales conflictos externos en Oceanía

Conflicto externoRegiones afectadasCausasConsecuenciasActores clave
Rivalidad geopolíticaPacífico Central y SurCompetencia entre potencias, rutas marítimasMilitarización, presión diplomáticaChina, EE. UU., Australia
Disputas territorialesFiyi, Tonga, KiribatiPesca, límites marítimos, recursos submarinosReclamos internacionales, tensiones bilateralesEstados insulares
Cambio climáticoKiribati, Tuvalu, Islas MarshallAumento del nivel del mar, erosiónMigración climática, pérdida territorialONU, países receptores
Herencia nuclearPolinesia Francesa, Islas MarshallPruebas nucleares del siglo XXContaminación, enfermedades, reclamosFrancia, EE. UU.

Las disputas territoriales en Asia

China, India o Pakistán reclaman regiones de otros Estados del continente, que concentra el 40% de los conflictos territoriales mundiales

Disputas en Mar y Tierra Asiática

Asia enfrenta una compleja red de conflictos territoriales impulsados por la competencia por recursos estratégicos, rutas marítimas y legado histórico. En el Mar del Sur de China, China reclama casi la totalidad del área mediante la controvertida “línea de nueve puntos”, construyendo islas artificiales militarizadas y enfrentándose a Filipinas, Vietnam y otros países por derechos pesqueros y reservas petroleras—a pesar de que un tribunal de La Haya anuló sus reclamaciones en 2016. En el Mar Amarillo, Corea del Sur acusa a Pekín de incursiones navales y aéreas que amenazan las investigaciones y seguridad regional . En Cachemira, la disputa entre India y Pakistán con implicación de China en Aksai Chin ha provocado múltiples guerras y tensiones tras el asesinato de turistas en 2025, incluso con ataques de misiles y escaramuzas aéreas. Estos conflictos revelan cómo la geografía asiática con sus islas, mares, montañas y fronteras delimitadas arbitrariamente se convierte en escenario de rivalidades geopolíticas, económicas y étnico-históricas. El desafío consistirá en buscar mecanismos multilaterales y jurídicoscomo arbitrajes, cooperación regional y tratados internacionales que permitan la solución pacífica de estas disputas y promuevan la estabilidad en una zona clave para el comercio y la seguridad globa

En 2020, el Gobierno de Pakistán publicó en un acto oficial un nuevo mapa político del país. Un hecho sin mayor importancia de no ser porque mostraba como territorio pakistaní dos distritos indios en disputa, así como la zona de Cachemira controlada por la India, reavivando unas tensiones que tienen origen en la disolución de las colonias británicas después de la II Guerra Mundial.

Esta nueva confrontación entre ambos países está lejos de ser un hecho aislado en Asia: la región (incluyendo Oriente Próximo) alberga más del 40% de las disputas marítimo-territoriales en activo del mundo y a su vez presenta las tasas de resolución más bajas para este tipo de conflictos. 

De esta forma, el continente, marcado por el ascenso económico y militar chino, se ha convertido en los últimos tiempos un escenario de rivalidades geopolíticas cada vez más explícitas. Países como Japón y Corea del Sur, aliados de Estados Unidos, vigilan con cautela las ambiciones territoriales del gigante asiático, que es el país con más disputas en activo en la región. 

Aguas revueltas en el mar de la China Meridional

El mar de la China Meridional es un espacio de relevancia fundamental para numerosos países de la región Asia-Pacífico. El tráfico de mercancías, así como su rico fondo marino, han generado una situación de disputa por su control en la que no cesan de aumentar las tensiones.



La contienda que se desarrolla en las aguas del sudeste asiático es uno de los escenarios geopolíticos más activos e intrincados del mundo. Incluso su nombre es motivo de conflicto entre algunos de los actores implicados: mientras que para los chinos es el mar Meridional, los vietnamitas lo denominan mar Oriental y los filipinos, mar Occidental de Filipinas. El nombre que utilizan para referirse a este importante espacio de tránsito, lejos de ser una mera referencia geográfica, es un esfuerzo por hacer suya esta área de influencia. A lo largo de este artículo se utilizará el hegemónico mar de la China Meridional; no en vano, es el gigante asiático el que más dominio presenta en estas aguas y pretende instaurarse como principal potencia hegemónica de la zona. Esto supondría hacerse con el control del tráfico marítimo de estas aguas, con los beneficios económicos que ello conlleva, particularmente la autonomía para explotar un fondo marino rico en crudo, gas natural y materias primas. Sus estrategias para hacerse con el control de la zona van desde la construcción de islas artificiales hasta organizar viajes turísticos a las islas Spratly y Paracelso —archipiélagos cuya soberanía está disputada por otros países— para presentarlas en el imaginario colectivo de su población como una parte más del territorio chino.

Ocupación y construcción de islas


Cinco reclamantes ocupan cerca de 70 arrecifes e islotes disputados repartidos por el Mar de China Meridional. Han construido más de 90 destacamentos en estas características en disputa, muchas de las cuales han experimentado expansión en los últimos años. AMTI ha recopilado imágenes satelitales de cada puesto avanzado, junto con otra información relevante, para documentar su estado actual y cualquier cambio que hayan experimentado en los últimos años. Explora la base de datos a continuación.


Buscando aumentar su influencia en la zona, están también involucrados los Estados de Malasia, Taiwán y el sultanato de Brunéi. Aunque estos países presentan un papel secundario en el conflicto, no se puede desestimar su potencial. La acumulación y tráfico de mercancías y materias ha atraído asimismo a otros actores extrarregionales, como Estados Unidos, que en los últimos años ha realizado una serie de acercamientos diplomáticos a los países en liza con China, así como aumentado su presencia militar en la zona. Cualquiera de los países ya nombrados teniendo a un poderoso aliado como Estados Unidos, podrían resultar decisivos para desestabilizar la hegemonía China en estas aguas


Taiwán, el polvorín de China y EE. UU.

Taipéi y Pekín mantienen una Historia de conflicto desde 1949 hasta hoy. Taiwán sigue constituyendo uno de los principales puntos calientes del sistema internacional al ser también un enclave estratégico protegido por EE. UU. Ello, sumado al auge del independentismo taiwanés y a la creciente asertividad china, hace que las perspectivas sobre un posible conflicto en la isla sean cada vez más plausibles.



Probablemente como consecuencia de su posición, Taiwán ha sufrido a lo largo de su historia la presencia de numerosos colonizadores. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales o el Imperio español —que estableció su gobernación en el marco de la capitanía general de sus colonias en Filipinas— fueron algunos de los que se dejaron seducir por los encantos de la isla. Sin embargo, no fueron los únicos: el Imperio chino, bajo la dinastía Qing, dominó Taiwán entre 1683 y 1895, hasta que se vio forzado a cedérselo al Imperio japonés, que pasaría a administrar el territorio hasta la llegada de la República de China (RCh) al final de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, Taiwán ha sido y sigue siendo objeto de importantes enfrentamientos.

Las complicadas relaciones sino-americanas
Taiwán se encuentra políticamente anclado en un dilema que nace tras la conclusión de la guerra civil china (1927-1949). El triunfo del maoísmo en la China continental provocó que el derrocado Gobierno nacionalista de la RCh, liderado por Chiang Kai-shek, se viese obligado a huir del país y buscar refugio en la provincia de Taiwán. Es ahí donde el Kuomintang (KMT) establecería su Gobierno provisional de la RCh declarando la ley marcial y erigiéndose como frente de resistencia ante el Partido Comunista Chino (PCCh) de Mao Zedong. No obstante, este escenario fue rotundamente negado por los comunistas, que intentaron invadir Taiwán para poner punto final a la guerra civil con una anexión y reunificación del territorio bajo el nuevo gobierno de la República Popular China (RPCh).

La empresa reunificadora no tuvo los efectos deseados para Mao, ya que el presidente estadounidense Harry S. Truman decidió enviar a la Séptima Flota estadounidense a proteger Taiwán. Aunque en un principio Truman se había mostrado reticente a tomar cartas en el asunto, el apoyo de Mao a la insurgencia comunista norcoreana durante la guerra de Corea (1950-1953) hizo que el Gobierno norteamericano reconsiderase su apoyo a Taipéi. Así, la intervención logró enfriar algo la agresiva campaña militar del Ejército de Liberación Popular (ELP), a pesar de que el clima a ambos lados del estrecho de Taiwán siguió manteniéndose en un estado de beligerancia permanente.

La RPCh no renunció en ningún momento a volver a la carga cuando le resultase posible y entre 1954 y 1955 provocó la crisis de Formosa después de que el ELP lanzase un ataque sobre la isla de Quemoy. No obstante, las fuerzas de EE. UU. lograron neutralizar la situación con su apoyo a Chiang Kai-shek, con el que el presidente Eisenhower había firmado en 1954 un pacto de defensa mutuo. La conferencia de Bandung, celebrada en 1955, también contribuyó a modo de foro de mediación en el conflicto, aunque con resultados limitados.


Ello se debe a que Mao no desistió en su empeño de derrotar al Gobierno taiwanés. Por esa razón, en 1958 la RPCh decidió volver a emprender una nueva ofensiva bombardeando las islas Matsu y Quemoy, con resultados similares a los obtenidos tras la primera crisis del estrecho de Taiwán: una vez más, la cooperación militar de Eisenhower con los nacionalistas fue suficiente para impedir al ELP alcanzar la victoria. Esto permitiría articular un nuevo statu quo donde Taiwán lograría comenzar a despegar económicamente gracias al apoyo financiero y militar de Washington. Es así como Taipéi se comenzaría a perfilar económicamente como uno de los primeros tigres asiáticos, pero especialmente como un peón clave en el tablero geopolítico internacional de la Guerra Fría.

EE.UU. y Taiwán: una amistad con los ojos vendados

A principios de los 70, el contexto internacional comenzó a cambiar con la aplicación de la doctrina de la distensión por parte de la Administración Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger. Se ponía fin así a la política de contención de la etapa inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial en las relaciones estadounidense-sino-taiwanesas. La apertura a China a través del comunicado de Shanghái de 1972 y la diplomacia triangular buscaban así el aislamiento de la URSS, pero también el impulso de un nuevo período en las relaciones sino-estadounidenses.

Como resultado de la política de apertura, la Administración Carter decidía dar un giro estratégico en 1979 a la política exterior que había mantenido EE. UU. con China y Taiwán. Ese mismo año, Washington establecía relaciones diplomáticas con Pekín mediante la publicación de un comunicado conjunto que vendría a configurar el nudo gordiano moderno de las relaciones sino-estadounidenses: EE. UU. aceptaba la política de “Una China” defendida por Pekín y dejaba de reconocer oficialmente al Gobierno de la RCh como su homólogo oficial. Sin duda, esta controvertida decisión no fue sencilla para Carter, que se decantó finalmente por un ejercicio de pragmatismo estratégico y reelaboración del interés nacional estadounidense, priorizando el favor de Pekín frente a Moscú en un momento donde las posibilidades reales que poseía el KMT de recuperar China eran prácticamente nulas.

La nueva posición de EE. UU., en la que se daba por terminado el Tratado de Defensa Mutua de 1954, sentó como un jarro de agua fría en Taipéi. Además, la RCh perdería también su asiento como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en favor del Gobierno de Pekín. Sin embargo, por razones diferentes, ni EE. UU. ni Taiwán estaban dispuestos a renunciar a su acomodación de intereses mutuos. Taiwán no podía permitirse renunciar al apoyo de Washington, ya que ello le expondría a una vulnerabilidad total frente a una hipotética invasión china. EE. UU. también poseía intereses estratégicos en mantener su alianza con Taipéi.

Por ello, tras el reconocimiento estadounidense de la RPCh en 1979, el Congreso de los EE. UU. aprobó el Acta de Relaciones con Taiwán. En este documento, Washington se reservaba la opción de velar por la defensa y seguridad de la isla, a la que seguiría suministrando cuantiosas cantidades de armamentos y material militar. Comenzaba así la política estadounidense de la “ambigüedad estratégica” con el objetivo de mantener un statu quo capaz de disuadir a Pekín de invadir Taipéi y a Taiwán de independizarse de iure frente a la RPCh. Esta posición ha sido mantenida hasta nuestros días por todos los presidentes, incluido Obama, quien en 2015 anunció la venta de armamento por valor de 1.800 millones de dólares a Taipéi con objeto de contribuir a su disuasión frente a una cada vez más probable invasión china.


Arbitraje internacional

Muchos son los factores que hacen del arbitraje un procedimiento complejo en el mar de la China Meridional. La legalidad internacional, como en otros muchos escenarios, no siempre es respetada y no acaba llegando más lejos de donde acaba la buena fe de los actores. La multilateralidad brilla por su ausencia en la agenda política de la mayoría de los países asiáticos; solo los acuerdos bilaterales parecen tener mayor garantía de futuro. China es el país que lleva la batuta, pero sus demandas no están reconocidas ni por el resto de los países limítrofes del mar ni por el Derecho internacional, pues el dominio de prácticamente la totalidad del espacio marítimo se atribuye en virtud de una ley histórica conocida como la “línea de los nueve puntos​​”, trazada por la propia República Popular China para delimitar el territorio que reclama como suyo.

a línea de los nueve puntos​ o línea en U (vietnamita: Đường lưỡi bò —línea en forma de U—) es la línea trazada por el Gobierno de la República Popular China en el territorio que reclama como suyo en el mar de la China Meridional, incluyendo las islas Paracel (ocupadas por China, pero reclamadas por Vietnam y Taiwán) y las islas Spratly, en disputa entre las Filipinas, la República Popular China, Brunéi, Malasia, la República de China y Vietnam.

El rompecabezas territorial del sur de Asia

En el caso de Asia del sur, nos encontramos con controversias territoriales que habitualmente también aparecen asociadas a los caprichos fronterizos heredados de la época colonial. Tal es el caso de las disputas militares entre Afganistán y Pakistán en relación con la línea Durand, fijada por el británico Mortimer Durand en 1893. Sin embargo, a diferencia de los conflictos intrarregionales del Sudeste Asiático, los conflictos del sur de Asia destacan por un perfil mayor al interaccionar en esta zona al menos tres potencias nucleares como son India, China y Pakistán y por la inexistencia, más allá de la inoperativa Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (conocida en inglés como SAARC), de mecanismos colectivos de gestión de asperezas territoriales.



Asia-Pacífico es en la actualidad el paradigma más claro del hobbesianismo internacional. Muchas de las disputas que continúan enquistadas en la zona tienen raíces históricas muy longevas y de muy compleja resolución. Ello guarda especial relación con la propia configuración de la estructura de distribución del poder regional y la naturaleza de los conflictos entre los contendientes. Las disputas de naturaleza marítima tienen probabilidades muy inferiores de ser resueltas pacíficamente frente a las que giran en torno a tierra firme: desde 1945 se han zanjado 45 disputas en la región, de las cuales solo cuatro tienen carácter marítimo-insular.

El noreste asiático es la principal locomotora económica del Pacífico. La presencia de actores como China, Japón, las dos Coreas o Rusia configura un paisaje geopolítico de gran peso internacional. Ello se observa especialmente al abordar las longevas y todavía irresueltas disputas territoriales que mantienen algunos de estos gigantes entre sí. A diferencia de lo que ocurre en el sur o el sudeste asiático, la naturaleza de estas controversias no está quizá tan influida por factores coloniales exógenos como por experiencias bélicas regionales como la Gran Guerra del Este Asiático, agravios históricos, ambiciones geopolíticas, luchas por recursos y tensiones ideológico-nacionalistas.


Un conflicto menos conocido es la disputa territorial que mantienen Corea del Sur y Rusia con respecto a las áreas de Noktundo. Noktundo era una isla del río Tumen que históricamente separaba a Rusia de la península coreana. Sin embargo, aunque Corea ejerció tradicionalmente su soberanía sobre la isla, por factores naturales esta terminó fundiéndose en forma peninsular con territorio ruso. Durante el siglo XIX, la península estuvo también bajo el control de la dinastía china Qing, que en 1860 lo cedería a Rusia, para indignación coreana. Tras la partición de Corea en 1948, Pionyang renunció a Noktundo a cambio de apoyo militar y económico de Moscú durante la Guerra Fría. Corea del Sur, sin embargo, no reconoce esta postura, hecho que se ve reforzado por la considerable relevancia estratégica de este pequeño enclave, que separa el territorio del noreste de China del mar de Japón.



Dentro de Asia, Oriente Próximo cuenta también con numerosas disputas territoriales originadas durante los años de dominio colonial, aunque las dinámicas actuales difieren de las que se registran en la parte oriental del continente.
Mientras tanto, Rusia también se encuentra involucrada en variadas disputas territoriales en Asia del Este, siendo una de las más destacadas la referente a las islas Curiles, bajo control ruso desde finales de la II Guerra Mundial y reclamadas por Japón durante décadas. Estas islas tienen una gran importancia estratégica al ser la puerta de entrada al Ártico y formar parte de la ruta comercial del mar del Norte, fundamental para la estrategia rusa en el Ártico.

Asimismo, Rusia mantiene tensiones menos conocidas con Kazajistán en la ciudad de Baikonur, que alberga un importante cosmódromo bajo control ruso desde la desintegración de la Unión Soviética. Aunque existe un acuerdo de arrendamiento por el que Rusia paga anualmente unos 115 millones de dólares al país vecino, la situación en torno al puerto espacial, uno de los más importantes del mundo, ha generado fricciones entre ambos Estados: en 2023, las autoridades kazajas confiscaron bienes rusos en el cosmódromo aduciendo una deuda impagada por daños medioambientales.

La disputa entre Rusia y Japón que ha revivido con la guerra en Ucrania

Las islas Kuriles son la eterna disputa entre Rusia y Japón. El archipiélago, que controla Moscú, es clave por sus recursos y ubicación, y Japón lo reclama desde hace décadas. Ambos países intentaron negociar, pero las tensiones han resurgido tras la caída de Shinzo Abe y la invasión a Ucrania.



Conflictos armados en Asia en el siglo XXI


1. Myanmar y la etnia perseguida de los rohingya
Desde agosto de 2017, el repunte de la violencia en Myanmar expulsó a más de 600.000 personas hacia Bangladesh en busca de seguridad. Aldeas enteras fueron quemadas y cientos de personas asesinadas mientras medio millón huía tan rápido como podía de la región de Rakhine.

Tres meses después, Myanmar y Bangladesh acordaron la repatriación de los rohingya a su país de origen, aunque según ACNUR de momento no se cumplen las condiciones adecuadas de seguridad e infraestructuras para que vuelvan y este plazo podría ser


2. Afganistán
Desde los 70, la población afgana ha estado sometida a continuas oleadas de violencia que daban paso a la conocida como guerra de Afganistán en 2001. Este conflicto se alarga hasta el día de hoy convirtiendo su territorio en el segundo país más peligroso del mundo y al pueblo afgano en el segundo con más población refugiada en otros países de todo el mundo.



3. Siria
Casi 7 años de guerra en el país y más de 5 millones de personas refugiadas fuera de sus fronteras han convertido a esta guerra en Asia en la más mediática de todas.

Aunque en 2017 gran parte de ciudades como Alepo fueron liberadas del Estado Islámico y sus antiguos habitantes han podido volver a reconstruir sus vidas, en 2018 otras zonas del país siguen siendo altamente peligrosas y el conflicto continúa.


4. Irak
Años de conflicto en este país asiático y la ofensiva sobre ciudades como Mosul y Faluya, bajo el control del Estado Islámico, han copado los titulares de los periódicos mientras dejaban a millones de civiles asediados y forzados a huir de sus casas.


5. El conflicto de Israel y Palestina
Este problema, que se remonta a principios del siglo XX, ha dejado a 5 millones de refugiados palestinos. Uno de los conflictos históricos que más se alarga en el tiempo mientras se enfrenta a una difícil solución.


6. Yemen
En guerra desde 2015, el enorme deterioro del país ha dejado a más del 80% de su población dependiente de la ayuda humanitaria en la que ha sido catalogada como una de las mayores tragedias de nuestro tiempo y uno de los peores conflictos en Asia. Los brotes de cólera, una enfermedad endémica en el país, y riesgos de hambrunas son otros de los principales enemigos de una población con difícil acceso a la ayuda humanitaria a causa del bloqueo marítimo llevado a cabo por la coalición liderada por los saudíes.




ACNUR y los líderes de la ONU les instan a que se abra por completo el acceso a las ONG que siguen entregando ayuda.

Disputas territoriales en Asia: la ambición de China más allá del Mar de la China Meridional



En un mundo donde el poder territorial se disputa en los rincones más remotos del planeta, la ambición de China trasciende las aguas del Mar de la China Meridional. Las fronteras en conflicto, los recursos estratégicos y las ambiciones regionales crean un complejo entramado que desafía el orden establecido. ¿Cómo podrían estas disputas, desde las alturas del Himalaya hasta las islas del sudeste asiático, redefinir el equilibrio de poder en Asia y qué impacto tienen para la estabilidad global? Este artículo analizamos las tensiones que subyacen en las reclamaciones de China y explora las posibles implicaciones de una confrontación que podría alterar el curso de la historia

Desde las altas cumbres del Himalaya, donde lidia con India, hasta las disputadas islas del Mar de la China Meridional y la tensa situación en Taiwán, las reclamaciones de Beijing han generado fricciones que tienen el potencial de redefinir el equilibrio de poder en la región. 

La historia de China ha estado marcada por una constante expansión territorial, desde las dinastías Han, Tang, Yuan y Qing, hasta la era moderna. Desde 1997, se promueve el «gran renacimiento de la nación china». En política exterior, esto implica el intento de China de restaurar su posición como hegemonía regional y restablecer el sistema sino-céntrico que dominó Asia durante siglos. Bajo el liderazgo de Xi Jinping

Tensiones en Asia: China, Taiwán y Japón en la Cuerda Floja Geopolítica



La región de Asia-Pacífico se encuentra en un punto de creciente tensión geopolítica, marcada por las firmes declaraciones de China sobre sus reclamos territoriales, una significativa respuesta democrática en Taiwán y los llamados de Japón a una mayor cooperación en seguridad. Estos eventos, ocurridos durante las primeras horas del 4 de junio de 2025, delinean un panorama complejo de desafíos y alianzas.

China Reafirma su Postura Territorial

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, reiteró el 4 de junio de 2025 la oposición de Pekín a cualquier intento de vincular la cuestión de Taiwán con el conflicto en Ucrania o de sugerir la participación de la OTAN en Asia-Pacífico. Lin Jian afirmó categóricamente que Taiwán es una «parte inalienable del territorio de China» y un «asunto interno». En cuanto al Mar de China Meridional, el portavoz chino insistió en que la situación es «generalmente estable» y que la libertad de navegación no presenta problemas, al tiempo que rechazó la expansión de la OTAN hacia Asia-Pacífico, argumentando que la región «ciertamente no necesita una OTAN en Asia-Pacífico». Esta declaración subraya la posición constante y firme de China respecto a sus reclamos territoriales y la arquitectura de seguridad regional.

JUEGOS







Bibliografía




Comentarios

Entradas populares